
Hijo de religión dando las cosas y saludando a un exú que llegó a tierra.
El saludo “Laroyê” tiene sus raíces en las religiones afrobrasileñas, como el Candomblé y la Umbanda. Está íntimamente ligado a la veneración de Exu, un Orixá (deidad) que actúa como mensajero entre los mundos espiritual y físico.
La forma y el uso de “Laroyê” reflejan la naturaleza multifacética de Exu. Este saludo no es solo una formalidad ritual, sino una invocación que abre puertas a la comunicación espiritual. Cuando los practicantes pronuncian “Laroyê”, están invitando a Exu a participar en el ritual, escuchar y ayudar. Este término suele ir acompañado de tambores rítmicos, bailes y ofrendas, creando una atmósfera de profunda conexión espiritual.